martes, 15 de noviembre de 2011

Fobias y Filias...enfermisas.

          Partamos de un par de ejemplos: el Señor X y el Señor F. Ambos toman varias de mis clases y a partir de haber creado el clima de Confianza Total y Libertad Creadora su cuerpo todo ha aprendido que puede hacer cualquier propuesta escénica de varia invención, narración, personaje, u obra a la hora y de la manera, estilo, duración que quiera (dentro de los parámetros de la misma clase). Comencemos describiendo y/o narrando grosso modo el caso del  Señor X quien llegó con una fobia definitivamente marcada de la cual nos habló en más de una ocasión: homofobia. Se diría que era de tal magnitud, intensidad, y tesitura que rayaba en ese tipo de discursos que uno sabe que lo mejor es no debatirlos “en seco”, o en términos de lo que se ha dado en llamar la meta-comunicación, pues implicarían una confrontación inútil o estéril.
Casi siempre que alguien manifiesta con denuedo, sus puntos de vista, rayando en la desesperación por convencernos… tal vez, solo se está queriendo convencer a si mismo en la mirada, la escucha, el sentir y pensar de los otros.
En algún momento del desarrollo a sugerencia mía, todos los hombres del grupo actuarían un personaje hembra: una ficción a partir de algún animal de sexo femenino y las mujeres del grupo uno de sexo masculino. Ahí tenemos ya a la pantera enamorada del rey de la selva, del “León más bello que jamás ha existido”, ya ruge, se extasía en las imágenes viriles del León, sus olores, su rugir ensordecedor, el miedo que inspira a todos y a todas. El señor X, ya no está  presente, todos vemos, sentimos lo que la pantera negra está sintiendo, desarrolla una historia llena de tropiezos, enredos, pasión y gracia que se interrumpe cuando por fin encuentra al León  de frente se queda inmóvil, se quebranta, solloza… termina la escena. Se hace el silencio entre todos los participantes mientras lo vemos sollozar y regresar a su espacio dentro del círculo. Acaba de tener una Experiencia Directa: algo que la metáfora psicocorporea de la “pantera negra”, emanada de sí mismo, de su mente-sensibilidad-intuición creadora se ha manifestado por algo y para algo… se les ve temblar al señor X, les pido a todos que se acuesten unos haciendo contacto con los otros, en el ejercicio que de antemano ya conocemos llamado “ la tribu descansa” y comparte sus sueños y o las imágenes de sus mapas individuales; pongo música alfa, les pido que dejen que todo cuanto han trabajado hoy, haga su efecto en nuestro ser, que toda metáfora psicocorporea viene desde adentro de nosotros mismos para algo… y debemos dejar que el inconsciente sabio ponga todo en su lugar, que lo que desentraña nuestro instinto creador y recreador, debe dejarse fluir… que cada personaje-símbolo, llega hasta nosotros para enseñarnos algo. Ahora debemos despedirnos de nuestros personajes-metáforas-símbolos, agradecerles que se hayan manifestado y pedirles que se manifiesten cuando haga falta, pero aceptar que nosotros no somos ese personaje, quien se ha manifestado para enseñarnos, para que aprendiéramos algo…: y debemos regresar a nosotros mismos enriquecidos de esta experiencia de viajar con el alma, de dejarla fluir, de jugar con los ojos abiertos… EL RESULTADO: varios días después el  Señor X pide quedarse al final de la clase para hablar algo conmigo. Ya estamos uno frente al otro y me busca la mirada:
Señor X.-¡¿Usted lo sabía verdad?!
Yo.-¡¿yo lo sabía?!
Señor X.- Si, usted sabía que mi homofobia era enfermiza.
Yo.- ¿enfermiza?
Señor X.-si, usted nunca discutió conmigo sobre mis afirmaciones exageradas, a ultranza
Yo.-nunca discutí… (Solo le hago eco: Terapia de la escucha o acompañamiento, centrad en el cliente de Carl Rogers)
Señor X.-sabe, me di cuenta (comienzan a resbalar sus lagrimas) que la metáfora-símbolo, la pantera negra si manifestó algo de mí. Algo terrible y doloroso que guarde… en eso que usted jugando llama el “chupaconciente”
Yo.-guardaste algo doloroso…
Señor X.-si, siempre odie un poco a mi padre y al mismo tiempo lo admiraba.
Yo.-la odiaste y lo admiraste al mismo tiempo.
Señor X.- si, si… es que él es que él…(solloza).
Yo.-(le paso papel higiénico, lo observo, lo espero).
Señor X.- perdón, perdón es que él, él… odie y lo ame al mismo tiempo.
Yo.-al mismo tiempo lo amaste y lo odiaste. Y aun tienes dolor que ahora está saliendo delante de mí.
Señor X.-si delante de usted, pero tengo ganas de salir corriendo, tengo ganas de insultarlo… a usted, no a usted no, a él, si a él a mi padre.
Yo.- insultarlo… a él, a tu padre.
Señor X.-si… si. A él… es que él cuando yo estaba dormido a los ocho años, el llego se acostó a mi lado, y… y… me puso su  pene moreno sobre mi blanca pierna. Yo tenía solo 8 años, eso no se le hace a un hijo… ni aunque estés borracho. Por eso yo odiaba a los geys, los odiaba, los odiaba…
Yo.-(para regresarlo de su puro sentir, sus puras emociones, ahora, aquí para elaborar su experiencia por sí mismo, su demostración ante su propia mirada la de sí mismo, le pregunto… haciéndole eco):¿ya no los odias?
Señor X.-no… no sé, creo que no. Yo era la pantera negra, el león era él, es él, llego de frente… a la pantera negra y yo pude recordarlo, lo recordé todo en ese momento. Lo admiraba, lo quería, le agradecía todo lo que hacía por nosotros pero también lo odiaba. El me enseño a odiar a los “putos”, decía.
Yo.-todo eso has aprendido; todo eso te ha enseñado la metáfora psicocorporea, el personaje símbolo. Bien, ve a casa, prepárate para seguirte conociendo, ven cuando quieras, nadie más que tu y yo sabemos que significa que significa esa pantera negra o ese león. Te agradezco la confianza. Ve a casa. Vuelve cuando quieras, cuando te sientas fuerte. No antes, no después, cuando estés dispuesto a seguir aprendiendo de ti mismo.
Señor X.-si… si… gracias. Gracias. Si. Pero… tenemos que presentar la obra de teatro para la escuela interesada, ¿recuerdas?, yo tengo un papel en esa obra ¿recuerda? ¿Puedo venir a representar mi papel… aunque me tarde en regresar al grupo experimental?
Yo.-si, haz como creas que esté bien y sea bueno para ti. Ven a representar tu papel en la obra y presentarte en el grupo tan pronto sientas la fuerza de hacerlo.
¡¿Experiencia Directa… o Dramatización y Experiencia Simulada?!¡¿Comprobación?! Todo al mismo tiempo: la experiencia directa , se sucede, en mis clases de Teatroterapia en su variante Psicoanagnorisis Actuacional, y al mismo tiempo que es dicha Experiencia Directa, es una Experiencia “Simulada” y una Dramatización, que en mucho implica una demostración de aquellos contenidos latentes-inconscientes que de otra manera no pudiesen ser demostrados de una manera tan rotunda, tan evidente, y contundente a la vez: el o la personaje-símbolo, o bien los personajes-símbolo: verdaderas metáforas psicocorporeas.

Me explico: partiendo del  SI Mágico que significa crear un personaje emanando de las entrañas mismas del Actor o Actriz, nos encontramos con que ni él ni la Creador-a mismo-a, cuando lo estén elaborando como una experiencia estética, sabe bien a bien que la importancia reviste dentro de la conformación de su mapa emotivo-mental tal personaje.   La Experiencia Directa, se sucede, en mis clases de Teatroterapia en su variante Psicoanagnórisis Actuacional, y al mismo tiempo que es dicha Experiencia Directa, es una Experiencia “simulada” y una Dramatización,  que en mucho implica una Demostración de aquellos contenidos latentes-inconscientes que de otra manera no pudiesen ser demostrados de una manera tan rotunda, tan evidente y contundente a la vez: el o la personaje-símbolo, o bien los personajes-símbolo: verdaderas metáforas psicorpóreas.
   Queda así, como otras muchas ocasiones, el o la paciente inconfeso-a, por un lado y el Psicoterapeuta velado por otro: ajenos a cualquier etiquetamiento, pues acá, en estas sesiones de simple Teatro, nadie está queriendo cambiar a nadie…entonces no hay Resistencia-s., pues no media un contrato de carácter Psicoterapéutico de por Medio, solo se están sucediendo “simples clases de Teatro”.  Esta manera velada de hacer Psicoterapia, es la que me he propuesto para evitar sí, esa paradoja extraña que llega a implicar el contrato psicoterapéutico: “cámbiame…no, no me cambies, cámbiame por favor…no no me cambies, es como traicionar el mandato, el ejemplo, de mis padres, de mi familia…cámbiame, no, no me cambies…esta retribución neurótica me viene bien…cámbiame”, etcétera…  Acá nadie dice, pide, imagina que va a cambiar…solo que su propia Obra, su propia Creación de Personajes y/o Narraciones que siempre incluyen personajes, lo cambiará, sin duda,  por sí misma…como ha quedado demostrado en la explicación de la Sesión creativa del Señor X.
     Queda pendiente el caso del señor Y, quien nos muestra aparentemente el caso contrario: una parafilia superlativa: “las mujeres lo son todo, los hombres casi no valemos nada, las mujeres son lo máximo, los hombres casi todos son (sic) una basura, no valemos”. Feminófilo a ultranza.  Casi siempre atrás de una parafilia, existe una fobia: se ama mucho, sobremanera, desbordada, desquiciada-mente:  porque en el otro extremo de la paradoja se tiene fobia…por alguna otra cosa (androfobia en este caso).
     Actualmente se brindan Cursos y/o Talleres: correo: oshumrosta@gmail.com , con Oscar Humberto Rosas Tapia.


2 comentarios:

  1. me encuentro desesperado, ansioso, cavilante ,frustrado ,triste.
    no encuentro la manera de salir de mi cuerpo,
    quisiera irme de mi propio ser y flotar y flotar, hasta encontrar un lugar alejado de este mundo , para poder ver mas aya de toda las cosas , salir de todo lo convencional, cotidiano, aburrido y enfermo, quiero ver todas las cosas, sentir todas las cosa, probar todas las cosas, y segur flotando en el mar eterno y profundo de mi ser...

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  2. me gusto mucho la clase y en en verdad me ayudo a conocerme y desatarme para poder representar cosas de mi propio ser , en personajes que pueden entretener al publico y que también hacen que se sientan identificados con alguno de ellos,y me ayuda a quitarme muchos pesos de encima, es una liberación....

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